martes, marzo 20, 2007

Caso Roswell

Tal como le prometí a Tartamundos Trotamundo aquí dejo caer mi último micro-relato. Espero que este tenga más éxito que el anterior y me lo compre alguna productora de cine ;-DDD

Hasta hace poco no sabía quién era ni dónde estaba pero a lo largo de los últimos días he ido tomando conciencia y ahora recuerdo perfectamente todo lo ocrrido.

Mi nombre es Bernar, pertenecía a la élite de la élite. Trabajaba para el mejor, y cuando dejó de serlo me trasladé a otro lugar para poder seguir desarrollando mi labor. Empecé con la V2, y seguí con las V3, v4, v5 y V6.

Había llegado a un nuevo concepto e inevitablemente lo llamé V7.

Era algo revolucionario nunca visto antes. Disponía de todos los medios necesarios y contaba con las coloboraciones de más alto nivel que pudiese imaginar. A través del profesor Köhler conseguí que Clark y sus once compañeros participaran en la parte final del proyecto.

Llegó el día D. Todo era perfecto; todos los medios técnicos que el dinero podía comprar, todos los medios humanoides que la biología podía aportar y un enorme anticiclón sobre el desierto de Nuevo México. Ideal.

Mi equipo de trabajadores y fieles seguidores que se había trasladado conmigo desde Alemania y yo nos encontrábamos en el bunquer de control de la misión.

El vuelo parecía ir pefecto, hasta que de repente perdimos uno de los giroscopios y la nave empezó a caer. Intentamos retomar el control pero las telecomunicaciones no funcionaban. Ójala Clark recordase su entrenamiento y pudiese tomar el control manual de la nave.

Clark era el mejor especímen de su generación. Siempre había alcanzado las mejores puntuaciones en todas las pruebas y tests del programa, pero no lo habíamos sometido antes a una situación como la que enfrentaba ahora.

Lo intentó todo pero nada funcionaba. Giró la mirada hacia sus compañeros buscando algún apoyo pero sólo pudo ver una manada de fieras fuera de control.

Horrorizado tomó los mandos fuertemente e intentó enderezar el rumbo vánamente.

En el bunquer de control ocurrió algo similar. La gente corría asustada de un lado a otro sin saber exáctamente qué hacer.

No pudimos tener peor suerte: la V7 a máxima velocidad, descendiendo sin control sobre el puesto de mando.

Y sucedió lo inevitable.

Lo último que recuerdo es el horrorizado rostro del super-mono Clark mientras se cernía sobre nosotros.

No quedó nadie. Todos murimos.

Dicen que sólo encontraron algunos restos irreconocibles entre fragmentos de la V7. Parecían restos humanos mezclados con algunas características de cerebros super-evolucionados como el de Clark y sus compañeros.

Estuvimos a punto de alcanzar la gloria y sólo se les ocurrió decir que había caído un OVNI.


FIN

1 comentario:

Pedro dijo...

Muy chulo, DomK.

Felicidades. Queremos más.