Si os gusta el cómic, si os gusta Frank Miller, si os gusta ir al cine a pasar un buen rato sin tener que pensar mucho, entonces es una peli que no os podéis perder.
Simplemente espectacular, una gozada visual y sonora.
"Espartanos, desayunad bien. ¡Porque cenaremos en el infierno!"
La película sigue muy fielmente el cómic del mismo título de Frank Miller, siendo muchas tomas una fiel réplica de las viñetas del cómic.
El tratamiento de la cinta con el efecto bleach bypass, que simula el no blanquear la cinta durante el revelado, añade grano y ese look tan de moda (CSI, 21 gramos, Seven, etc), ayuda enormemente a disimilar los ríos de sangre.
Al haber rodado la película delante de una pantalla azul y haber insertado los fondos en postproducción digital, durante toda la película dudas si estás viendo un cómic o una película, pero en ningún momento se nota demasiado la falsedad de lo digital.
Previo al estreno ya se podía ver un vídeo del "cómo se hizo" donde se podía observar cómo momentos antes de empezar a rodar una escena los actores estaban dale que te pego con unas pesas descomunales para marcar músculo de forma irremediable.
No me extrañaría que la peli acabase siendo objeto de culto de machitos de gimnasio, mujeres sin complejos, y homosexuales, porque si algo abunda en el metraje, aparte de la sangre, es la carne, mucha carne; pectorales, abdominales, nalgas y piernas en consonancia. Al ver a los 300 por primera vez en formación, lo primero que se me pasó por la cabeza fué:
"Dios mío, pero si están todos buenísimos!!!"
Estar escuchando frases épicas durante toda la película, en ese ambiente tan espartano, y el subidón contínuo de testosterona, hace que llegue un momento terríblemente irrisorio: Jerjes y Leónidas.
Cuando Jerjes, que mide como dos metros y medio, se sitúa detrás de Leónidas, que es todo un machote, lo coge por los hombros y le dice:
"No es a mi látigo a lo que mas temen mis soldados, sino a mi poder divino. Póstrate ante mi Leónidas y no tendrás porque temerme"
En ese momento dices, "le va a meter una por detrás...", con la pinta de reinona drag queen de Jerjes y esa voz grave pero con ese toque divino...
La sala rompió en carcajadas.
Quitado ese momento crítico el resto de la cinta cumple muy bien su cometido.
Es de destacar la actuación de Lena Headey como la reina Gorgo. Prototipo de mujer espartana donde quiera que las haya, una mujer de armas tomar, que sabe cuando y cómo decirle a su marido lo que tiene que hacer, tanto en política como en la guerra o en la cama. Uff, mi reina!
En fin, lo dicho, un peliculón para ver y no pensar.
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