sábado, enero 12, 2008

Autista

Se llamaba Nestor-V7, era el modelo más avanzado de robot positrónico que la tecnología terrestre había podido producir. En su construcción habían colaborado los científicos e ingenieros más punteros de la Tierra, no habían escatimado en gastos.

Ahora mismo se encontraba muy desconcertado; la potente luz ambiental lo cegaba, sus instrumentos de medición no funcionaban. Había intentado comunicarse a través de las frecuencias preestablecidas pero no obtenía respuesta. No sabía qué hacer.

Su misión consistía en llegar a la superficie del planeta oculta tras las inmensas capas gaseosas superiores, y a una presión y temperatura infernales encontrar la fuente de energía que iba a liberar definitivamente a la Tierra de su esclavitud de los combustibles tradicionales.

No escuchaba nada, no alcanzaba a ver más que sombras y luces difusas, aunque su imaginación alcanzaba a distinguir alguna forma familiar en su memoria inmensa. Hablaba por los canales de frecuencia asignados pero nadie le escuchaba.

Su destino era la superficie de Júpiter donde los radiostrónomos habían descubierto una nueva fuente de energía prácticamente inagotable.

Había sido diseñado con materiales de última generación capaces de operar sin problemas a las altísimas temperaturas y presión reinantes en el entorno donde iba a trabajar. Su central de comunicaciones era capaz de enlazar con las estaciones receptoras de la Tierra a miles de millones de kilómetros usando frecuencias específicas.

Ahora mismo se encontraba en un punto crucial de la misión; la prueba preliminar en Tierra.

Habían buscado un entorno lo mas semenjante posible a su destino final y lo habían dejado en medio del Valle de la Muerte. El módulo de aterrizaje se había posado sobre la superficie sin problemas, la compuerta de desembarque se había abierto y por la rampa había descendido Nestor-V7 con cierta vacilación.

Tras avanzar unos metros sobre la arena se había parado. Parecía que el robot no hacía nada.

En el módulo de control todo el mundo corría frenético de unos terminales a otros. Todos los paneles de intrumentación estaban en funcionamiento preo no obtenían respuesta alguna de Nestor-V7. Era un fracaso, parecía que se había vuelto autista.

El director de la misión estaba a punto de declarar el fracaso total cuando de repente Manuel habló.

La sorpresa del director fue inmensa ya que Manuel, encargado de las comunicaciones distantes, era un científico-ingeniero-programador brillante por sus logros en el campo de las Rn-ondas, pero tenía una peculiaridad; no hablaba. Los psicólogos le habían diagnosticado un 80% de probabilidad de autismo, pero sus avances en el campo científico-tecnológico no tenían parangón en la historia científica de la humanidad.

Su relación con el resto de la humanidad siempre había sido a través de artículos escritos, notas de prensa, colaboraciones en publicaciones científicas de renombre, correo electrónico, foros y chats, pero no hablaba.

Así que cuando Manuel se dirigió al director de la misión de palabra todo el mundo enmudeció.

- "No pasa nada. Nestor-V7 está bien. Sólo es que no está en su ambiente. No somos capaces de entenderlo, pero está comunicandose con nosotros".

El ensayo definitivo concluyó.

Seis meses después Nestor-V7 estaba en casa. El módulo de aterrizaje había abandonado la estación en órbita estacionaria para descender a los infiernos de la superficie de Júpiter.

Tras un largo descenso a través de interminables capas de nubes gaseosas cada vez más densas había alcanzado la superficie oculta del planeta. La compuerta de desembarque se abrió y Nestor-V7 descendió por la rampa con cierta vacilación.

Al sentir la dura y caliente superficie rocosa bajo sus ruedas extendió las antenas de instrumentación y sintió su entorno; los gases esperados, la temperatura esperada, la presión asfixiante esperada. Estaba en casa.

Inmediantamente activó su módulo de comunicaciones y en la Tierra empezaron a recibir ingentes cantidades de datos de los sensores de Nestor-V7.

Avanzó dos kilómetros y medio al nordeste y allí estaba. Había encontrado la fuente de energía.

Ya nunca la humanidad volvería a pasar penurias por falta de energía, y Nestor-V7 por fín estaba en casa y era feliz.

1 comentario:

Pedro dijo...

Muy bueno el relato, DomK.

Queremos más.