Trabajo en un edificio de oficinas de catorce plantas con unas diez oficinas por planta. Eso es mucha gente subiendo y bajando contínuamente por el ascensor. Eso es mucha gente yendo a tomar café al mismo bar a la misma hora. Así pues, es normal que me encuentre con mucha gente en esos trances.
Vivo en un bloque de viviendas de nueve plantas con seis puertas por planta. Eso es mucha gente subiendo y bajando por los ascensores, sobre todo a horas punta, como la hora de ir al cole, o la de volver a casa a comer o a cenar. Así pues, es normal que me cruce con muchos vecinos en esos trances.
Lo normal en todos esos casos, pensaba yo, es que si me cruzo con alguien, le salude; "Buenos días", "Buenas tardes", "Hola, qué hay?". No voy a contarle mi vida ni enrrollarme como una persiana porque soy de naturaleza parco en palabras, pero al menos, un mínimo respeto y convivencia.
Es asombrosa la cantidad de vecinos que me cruzo y ni saludan, miran hacia otra parte e incluso se van al otro ascensor.
En el edificio de oficinas la cosa ya va a más, allí el nivel sube. Traje chaqueta, móvil última generación, moreno uva, modelito de turno, etc. Suelen ser o vendedores o ejecutivos de alto copete, mucha planta y a fín de cuentas "TOC! TOC! Hay alguien ahí?".
Joder macho, entrar a un ascensor con otras personas y ni saludar!! Ah, y seguir berreando por el móvil como si tal cosa; "No, es que estoy en un ascensor...".
Al llegar al bar a tomar la dosis de cafeína diária suelo decir: "Un café..., por favor", pero no creaís que oigo muchos porfavores más.
"Ponme un café descafeinado, de máquina, eh!?" y luego "Cóbrame que tengo prisa".
Vamos a ver, es que en casa y en el colegio, de pequeñito no te enseñaron a pedir las cosas por favor?, no te enseñaron a saludar?, no te enseñaron las mínimas reglas de respeto y convivencia?
A lo mejor no, porque si tus padres ya eran como ahora eres tú, dudo mucho que te lo enseñaran, y si ibas a un colegio de esos donde preparan a futuros líderes, tranquilo, ya lo comprendo, ahí te enseñarían precisamente lo contrario; pisa a quien puedas para ser el mejor y haz lo que sea necesario para ello, y no mires ni atrás, ni hacia abajo, ah! y de decir Buenas, nada, eh?
Mucho Armani, mucho peluco, pero de educación ni un duro.
No nos interesan tus conversaciones, ni por tu flamante móvil, ni con tus trajeados colegas, así que baja la voz cuando estés con más gente, básicamente para no molestar, y apaga el móvil cuando entres en el ascensor.
Ah! y en las puertas de los sitios se solía poner un cartel que decía "Antes de entrar dejen salir", más que nada por los incendios y esas cosas, sabes?, y por educación.
Me debe ocurrir que como mi educación no ha sido superior, no llego a entender ese nivel. No estoy acostumbrado a mandar, no estoy acostumbrado a estar por encima de los demás, no me sale ese ordeno y mando tan natural.
No, efectívamente mi educación ha sido técnica y no superior. Conocí lo que era esa educación superior y no me gustó.
Siempre he estado acostumbrado a tener amigos, compartir las cosas, ayudar y que me ayuden. No me gustaba nada la forma de ser que pretendían introducir en nuestros cerebros; hay que ser el mejor, si para serlo hay que comportarse de forma absolutamente egoista, pues hay que hacerlo, si no hay que compartir por miedo a que el prójimo sepa aprovechar mejor que tú ese conocimiento, pues no se comparte.
Tras un año de infame experiencia, aprobé mi curso enterito y decidí ir a otro sitio donde me encontrase mejor que con toda esa chusma, y lo encontré, y allí finalicé mis estudios que no mi educación.
Mi educación intento que siga día a día, intento aprender con cada experiencia y ahora tengo un par de profesores magníficos: mis hijos.
Mi hijo mayor que tiene cuatro años me ha dicho hoy "Papi, dame un vaso de agua", y cuando se lo he dado me ha contestado "Gracias!, qué sed tenía".
Y mi hijo pequeño que tiene dos añitos, cuando nos encontramos a alguien en el patio de casa le suelta un sonoro "Holaaaa!", seguido de "Adiosssss", y la gente contesta y suele sonreir.
Así que cuando en la oficina entro en el ascensor hago lo mismo; "Buenos días!" y cuando salgo de tomar café en el bar me despido con un sonoro "Hasta luego!".
Este blog no va a ser menos, así que...
"Buenas noches!"
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2 comentarios:
Me identifico enteramente contigo.
Los conocimientos no implican educación.
A mi hija le inculco que tras una petición, vienen las palabras mágicas "por favor".
Y tras conseguir lo que se desea,"gracias".
¿Hay un emisor en mi cerebro?
Totalmente de acuerdo, yo a mi perro tambien le he inculcado esos mismos valores y cuando le recojo la caquita del suelo me dice "gracias".
Si crees que la educacion y los modales estan mal aqui vete a Inglaterra y veras el percal...
Oye, que me gusta tu blog.
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