
La impresión que dejan es de hombres tranquilos, concentrados, con las ideas claras. Aún tan mayores se les veía la emoción cuando contaban el viaje y sus experiencias, se les veía en los ojos.
Es realmente espeluznante pensar en los medios técnicos que disponían cuando viajaron a la Luna, seguramente mi primer Spectrum era muchísimo más potente que cualquiera de los ordenadores que utilizaron entonces, pero a pesar de ello lo hicieron.
Ha sido muy emotivo escuchar las palabras del piloto que se quedó en órbita alrededor de la Luna mientras sus dos compañeros descendían en el módulo a la superficie. No pensaba en ser el ser humano más solitario de la historia, pensaba en hacer su trabajo bien y poder recoger a sus compañeros cuando abandonasen la superficie muchas horas después. Me ha emocionado saber que cuando volvieron sus compañeros quiso abrazarles y darles un beso.
Han sido muy clarificantes sus palabras acerca de lo pequeña y preciosa que es la Tierra cuando la ves con perspectiva. Es muy triste que los seis mil millones de personas que viven en esta perla azul y blanca estén más preocupados por el precio del barril de petróleo, el euribor, o el dinero que puedan o no ganar, que por preservar este precioso e insignificante planeta.
Me quedo con las palabras finales de Neil Armstrong:
Nadie me va a quitar la sensación que sentí al dejar mis huellas sobre la superficie de la Luna
Yo tenía tres meses entonces y evidentemente no recuerdo nada de aquel día, pero lo que siempre recordaré es mi bañador naranja con el anagrama del Apollo11 que me acompañó durante mi niñez.
Un saludo,